Muchos de nosotros ya les llamamos “mamá y papá americanos”.

MARTA TENDERO
2º BACHILLERATO HUMANIDADES

Nunca imaginamos poder visitar la otra parte del charco. Hemos sido catorce alumnos de ESO y Bachiller los que hemos tenido la suerte de emprender este viaje junto a dos de nuestras profesoras de inglés, Leonor y Vicky.

El 13 de septiembre llegó y después de estar todo el verano pensando en la maravillosa experiencia que íbamos a disfrutar, estábamos más que preparados para embarcar. La primera semana la pasamos en Philadelphia, concretamente en Bryn Athin, nombre del pequeño pero precioso pueblo donde se encontraba tanto el instituto de nuestros hermanos americanos (Academy of the New Church) como la mayoría de sus hogares. Cada uno residimos en una casa distinta por lo que tuvimos que habituarnos a hablar con la familia en inglés costase lo que costase. Tuvimos la suerte de poder instalarnos en hogares de familias encantadoras a los que muchos de nosotros ya llamamos “mamá y papá americanos”.



Aunque en un principio nos costó adaptarnos a las formas de vida americanas, especialmente a los horarios de comida y descanso, la ilusión que trajimos en la maleta nos ayudó a vencer el descontrol y cansancio durante los primeros días por lo que pudimos disfrutar de multitud de actividades. Después de visitar museos, parques, calles y edificios emblemáticos, además de disfrutar al máximo la compañía ofrecida por nuestros hermanos americanos, la sensación que experimentamos el día que partimos hacia Nueva York fue un tanto agridulce ya que dejábamos atrás personas y momentos increíbles que, debido a la distancia, no serían fáciles de volver a experimentar con asiduidad. 

Una vez en Nueva York nuestra expresión cambió completamente: aunque dispusiéramos de muy poco tiempo queríamos exprimir cada segundo de nuestra estancia en aquella ciudad de ensueño. Visitamos Rockefeller Center, Wall Street, la Estatua de la Libertad, Brooklyn, Times Square y Central Park entre otros. Además fuimos testigos de la gran variedad de razas que conviven en Nueva York hecho que nos despertó la curiosidad al principio pero que a la vez nos pareció fascinante el respeto que reinaba entre la población. 

Ha sido un viaje que recordaremos el resto de nuestras vidas porque, además de haberse visto cumplido un sueño personal, permanecer medio mes juntos nos ha abierto nuevas amistades y ha reforzado otras muchas. 

Por otra parte hemos tenido la suerte de estar muy bien liderados por nuestras profesoras Leonor y Vicky quienes en todo momento han estado pendientes de nosotros ayudándonos en todo aquello que ha podido obstaculizar el disfrute de este viaje. Por último solo queda agradecer el esfuerzo y trabajo realizado por todas aquellas personas que han hecho posible la mejora del uso de un idioma tan importante como es el inglés mediante la organización de este viaje. Muchas gracias a las hermanas, al profesorado y al colegio en general por permitirnos ser los protagonistas de esta aventura tan especial.

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Grocery Coupons